Él Amante Maldito

Cuando él se materializo en la esquina de la cama, en una típica habitación de una chica de diecisiete  años, con libros, maquillaje, poster uno que otro artista. Él ser sorprendió al ver cuan vivo se veía su cuerpo. El nunca se había materializado en la víspera de  Samhain los espíritus malditos como él siempre acuden a las invocaciones en ritos. Este año, no lo haría.
 La chica de los bellos ojos grises prolifero un grito al ver la figura masculina en su cama, pero no fue un grito de miedo o susto, era alegría.
Al verlo corrió  él esbozo una sonrisa, ella sentándose sobre sus piernas tomo su cara entre sus manos y lo beso apasionadamente.........
Era una rareza lo que ocurría allí.
Un espíritu maldito dando muestras de amor a un humano y no cualquier tipo de humano. Si no una chaman que no había sido iniciada, que debería dedicarse a desterrar espíritus como ese del mundo humano.
Ambos eran cocientes de lo alocado de sus decisiones.
Hace algunos meses en aquella vieja casa abandonada Cinnia se había reunido con unos amigos por una apuesta de quien soportaría más estar en ese lugar que se decía estaba embrujado, ella sabia que si en realidad  lo estaba , se daría cuenta era una chaman por sangre, pero su padre no permitió  que ella se iniciara. Jamás se lo reprocho era lago natural que después de lo que sucedio con su madre él no estuviera dispuesto a que ella se arriesgara. Ese día habría conocido al espíritu más poderoso que jamas hubiera visto.

Las caricias rápidamente subieron de tono Cinnia se sintió culpable al recordar que su padre se encontraba protegiendo algún portal de espíritus como el que estaba en su cama en ese instante. Durante un momento se debatió entre la razón y su pasión, la ultima gano.
Él por su parte no comprendía lo que sentía , lo más natural habría sido matarla aquel día al igual que a todos los chamanes que se han cruzado en su camino durante toda la eternidad.

El calor proporcionado por las caricias sustituyeron la lógica en sus cerebros y se dejaron llevar por el libido.

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Dentro de poco amanecería  no había podido tener paz en ningún momento durante esa noche y aun no comprendía el porque.
Solo sabia que era por Cinnia , su hija, lo único que le quedaba en esta vida.
Por eso volvía a casa tan repentinamente, Habría hecho todo lo posible para protegerla durante su vida y sobre todo después de que su madre muriera en manos de aquel ser, aquella abominación espiritual que le arrancara la vida. Lo que él daría por poder cobrar venganza, por tener la oportunidad de desterrar-lo de una vez y para siempre al inframundo. Pero eso no importaba ahora.

Si él no hubiera estado tan distraído, perdido en las mieles que la carne proporciona,en la páz que le precede  Se hubiera percatado de que había llegado una magia humana superior a la de Cinnia.

Sintió su corazón acelerar cuando llego a su hogar y sintió la presencia que allí se encontraba, la reconocería en cualquier lugar.
No comprendía lo que estaba sucediendo, solo pensó en su hija. Subió las escaleras tan rápido como su edad se lo permitió y comenzó a invocar toda la magia habitante en él.

Cinnia aunque inexperta sabia captar cuando su padre comenzaba a abrir portales hacia el inframundo, sintió como el cuerpo a su lado se tenso al detectar lo mismo que ella. Sus miradas se encontraron en un instante, comprendiendo lo que se avecinaba, para ella no tenia sentido, para él si .
Su mente viajo unos años atrás,  una vez había coincidido con él portador de esa magia, cuando él intentara     desterarlo  no lo habría logrado aunque era muy fuerte; ninguno había salido bien de ese enfrentamiento él logro deshacerse de la compañera del chaman.

No hubo tiempo de reaccionar cuando, un hombre de edad mayor entro a la habitación y su cara reflejara la incomprensión de la situación que presenciaba. No se permitió perder más el tiempo, termino de abrir el portal viendo a su hija romper en llanto y la expresión de resignación.

La energía aumento,el cruce de ambos mundos   causo un estremecimiento en la habitación y él amante maldito desapareció entre la confusión de energías, llanto, amor y desasosiego.